Por sus características y la disposición de sus brazos, CIERZO descompacta y mezcla superficialmente el rastrojo sin realizar una labor de profundidad ni voltear el suelo. Gran parte del rastrojo es mantenido en superficie realizando así un laboreo de conservación
La altura de los brazos permite un gran despeje lo cual garantiza un trabajo sin problemas en presencia de grandes cantidades de rastrojos
SEGURIDAD NON-STOP HIDRÁULICA
El cultivador CIERZO viene provisto de un sistema de seguridad hidroneumático que lo protege de los posibles enganches durante la labor. Esta seguridad más efectiva que con muelle, hace del CIERZO el apero ideal para trabajar en condiciones exigentes.
Cada brazo viene equipado de un cilindro que actuará si percuta un obstáculo elevándose y evitándolo, logrando así prevenir posibles averías
La robustez del cierzo le permite alcanzar una velocidad óptima para efectuar una mezcla adecuada de tierra con rastrojos
Cierzo puede ir equipado con un rodillo tándem de barras (500 mm de diámetro) y pletinas (400 mm de diámetro) procurando un buen sellado del suelo y dejando preparado un excelente lecho de siembra o con un rodillo de barras (diámetro 450) que remueve y mezcla los residuos vegetales con la capa de tierra trabajada dejándola preparada para recibir las labores agrícolas posteriores.
El control de la profundidad de labor se efectúa con el rodillo mediante un sistema rápido y eficaz
Su sistema de seguridad hidráulica garantiza una labor homogénea en cuanto a la profundidad de trabajo requerida incluso en terrenos complicados o con un superficie muy irregular
La configuración de sus rejas corta la capa superficial del suelo y lanza la tierra trabajada de tal forma que permanece el suficiente tiempo entre el bastidor asegurando así una perfecta incorporación de los residuos a la tierra.